lunes, 31 de diciembre de 2007

El Chato Carsa y su origen

Las fiestas de fin de año traen al menos a mi hogar Panetón, un poco de lechón y por supuesto el plumifero e infaltable Pavo el mismo que a estas alturas debe de haber saturado nuestro estomago, así como nuestro olfato. Relatar algunas de las historias con nuestro amigo de moco constante no sería lo mas adecuado en este blog dedicado a las historias del Cusco; sin embargo desde hace algunas temporadas no hay navidad que reciba la visita de un personaje particular, el mismo que debe contar con media docena de atributos comparables con nuestro tradicional Pavo Peruano.

A ver… para ello moveremos las nueronas y la imagen de la reciente inauguración de la discoteca Mithology viene con facilidad a mi mente. La noche aún era virginal, pocas bricheras marcabas con antelación a sus victimas, mientras yo disfrutaba de una conversación con la cuasi dueña de la sanguchería que pintorescamente se había instalado dentro de la discoteca. Esta limeñita de cabello corto y sedoso se movía con la agilidad de un cascabel mientras preparaba cualquier sándwich de pollo; llevaba dos noches escuchando aquella grave vocecilla agradable y dado que su relación estaba recientemente finalizada era el momento oportuno para el ataque.

Pedí un sándwich de pavo y casi al instante el ejemplar responde al llamado, atolondrado, con cara de inocente y con andar peculiar, mi buen amigo “Chato Carsa” ingresa a la discoteca. Se para al costado de la barra y no pronuncia palabra alguna. Movió horizontalmente su cabeza un par de veces y trataba de llamar nuestra atención.
La flaca afilaba su cuchillo mientras el pavo de 20 años inclinaba su cabeza de abajo hacía arriba en un intento desesperado por llamar su atención.

-Chochera, ¿Buscas a alguien? Pregunte, pues el percibir que serás picoteado o que van a cagar detrás de ti, es algo desesperante.

-No Loco, todo está cachete, soy pata de la costilla. Puta y la huevona quiere unas huevadas de Carsa. Listo 85% de su léxico podría ser inentendible.

La nena se acercó y con la ternura que la caracterizaba, le invitó un trago. Mi parte racional no comprendía como este tipejo no se daba cuenta que era el peor momento para cerrar un negocio. Interrumpía un momento cósmico y a su vez no recordaba que los socios (la nena y su exnovio) se encontraban separados.

Ella tomo mi mano, inclinó el rostro unos centímetros y con una leve mirada me pidió comprensión. Asentí y a petición de la gatita empecé una conversación. El buen chato habló toda la noche de las ventajas que tenía sacar artículos a crédito en aquella tienda comercial. Tenía ya más de cuatro horas y el seguía enseñando una y otra vez el catálogo a cuanto individuo pasaba por la discoteca, mientras que las bricheras intentabas por todos los medios enseñar su pezones a los gringos que ahora veían el catálogo con inusual interés.

El momento había sido arruinado por completo y la gatita tan sólo tenía tiempo para atender pedidos. Tome un cuchillo y quería contarle el cuello al remedo del ave insignia de las fiestas de fin de año; sin embargo una tomada de mano y otra mirada comprensiva de la gatita me insto a regresar al día siguiente.

Y así sucedió al día siguiente estaba nuevamente en la barra con ella tomando un mate de coca y luego de unos minutos el “Chato Carsa” repetía el ritual, al día sub-siguiente la misma situación y sin darnos cuenta ya teníamos una semana con la sucursal de Carsa instalada dentro de la discoteca.

Jamás logró vendernos un sólo artefacto y dudo mucho que hubiese logrado cerrar algún negocio en ese tiempo. Lo que si consiguió fue alegrarnos algunas noches con su particular modo de ver el mundo y la vida. Interrumpiendo con su pico impertinente más de una conversación y siempre, eso sí, alegrando con sus glugluteadas alguna reunión y sobretodo extendiendo su ala; así le sea dificultoso caminar cuando uno necesita ayuda.

Ya se alejo del Cusco y es un poco difícil verlo con frecuencia, sin embargo sea fiestas navideñas o no, tiene a bien venir a macerarse en Casa; es más trabaja a tres casas de la mía y ahora mientras escribo el blog mira la televisión echadazo en un sillón. Ojala y hoy en alguna fiesta (Si es que vamos) su pico no se abra mucho y no gluglutee demasiado. Hace unos años en una fiesta de año nuevo a una flaca bailando, le dijo al oído, que se manejaba un rico cul… Pero esa es otra historia

El Mayki

lunes, 3 de diciembre de 2007

Confesiones de Veranillo

La música estaba bastante alejada de nuestro point, en realidad apreciaba que fuese así, pues nos permitía departir de un roncito y una buena conversa al Chin y a mí. Tenía un poco de frío y no dejaba de mover el pie; reconozco que la ansiedad por momentos me sacaba de la plática y si mi cuerpo me pedía dormir, todo lo intangible que existía dentro de mi clamaba mantenerme en pie. El teléfono, como era de preverse, nunca sonó; pero esa necesidad extraña, compleja e incomprensible de las chicas por botarlo todo, la hizo aparecer en un sábado a la 1 de la mañana en la puerta de casa.

Deje el vaso y corría al auto, ella bajo la ventana, me miró y allí estábamos, con el alma destrozada, yo por ella y ella por otro huevón. ¿Qué podía hacer? ¿Subir al auto, dejar a mi pata e irme a escuchar sus lamentos?, ¿Ser el consolador mediático?, ¿Ir y destrozarle la cara al maldito que no la trataba cual princesa?

No hablaba, tan sólo me miraba, cogía mi mano y lloraba. Intente con mi torpeza característica, ser aquel motivador enérgico, firme y duro estaba dispuesto a escuchar cada una de las palabras que explicarían que ella este tan lejos de casa y con el poco rimel que usaba, sobre las yemas de sus dedos.

Volteé y la música ambiental del auto del amigo de hermano, sonaba con mayor fuerza, el Chin prendía un cigarro y ante cada intento de mi parte por encontrar razones lógicas (muy propias de los idiotas, en el amor eso no existe) a su sufrimiento y sobretodo a mi presencia; lo único que recibía era apretones de manos continuos y mis oídos percibían desgarradores – Cállate por favor… Miguel Hugo tan sólo cállate – La mirada de Chin y los treintañeros amigos de mi hermano eran cada vez mas intimidantes. En aquella época el amor en el barrio era algo reservado para los débiles de carácter. Regrese la mirada y la cagada. Ella lo sintió, vio en mis pupilas al mojón que por entonces era o tal vez soy. Soltó mi mano, encendido el auto y partió. ¿Qué podía hacer? Tenía las llaves del auto, más no el permiso; tenía dinero para el taxi, más no las agallas (Los huevos, acota el Maiky del 2007) la tuve a ella, más mis dudas me tuvieron a mi.

El tiempo pasó por demás rápido y con los años; además del invaluable comentario de muchas damas; existen momentos que necesitan de nosotros sin importar nuestra categorización: Ex, amigo cariñoso, afán jodido, admirador… no importa, tan sólo nos necesitan y allí, casi siempre, nosotros. Si, nosotros: La cagamos.

- Hola Miguel: ¿Sabes, no se qué ponerme?, ¿Estarás allí no?- con esas palabras inicio una conversa tan jodida como la del relato anterior. La actitud del relator no distó mucho de la de algunos años atrás. El resultado: El mismo. Y es que existen códigos sociales (Que las mujeres no comprenden) que pueden destruir nuestro Ego y por ende nos lleva a tomar decisiones estrictamente racionales.

Sin embargo, cuando un hombre y una mujer, sienten que cambian cuando están con la persona indicada; lo racional pierde valor.

Se que el arrepentimiento no devolverá la ceremonia a la agasajada y que tal vez estuvo en otro lugar celebrándolo quizás como y con quienes le aconseje. Sea cual fuese el caso, espero no deseo tener que esperar 2190 días para reconocer un grave error y seguir alejando mas gente vital por culpa del orgullo o temor.

Saben, aquella vez en el muro de la casa me quede helado, escuchando “Si tú no vuelves” de Miguel Bosse, dudo mucho que la protagonista de la primera historia le pida a alguna estrella que le cuente como estoy (Tal como dice la canción); pero sólo por si la estrella es requerida alguna vez. Psss… estrella confiésale que el chico creció, aprendió y ahora de cuando en cuando canta trátame suavemente; aunque claro ya no a ella.

El Mayki
* Veranillo: Dicese de estación media extraña, propia de la Ciudad del Cusco.

lunes, 12 de noviembre de 2007

Puto ¿Yo?

Uff… no se de donde saque piernas, ni cuerpo para llegar hasta la barra del bar donde supuestamente trabajo y ver esta chica con cara de Colombiana, que con inusitado interés me pedía tomar unos néctares con alcohol y tener un Sábado entretenido.

Sinceramente, no daba un paso mas, la alarma del celular sonaba insistentemente mientras mi mente se rehusaba de dejar la paradisíaca isla donde al lado de desconocidos meneábamos los cuerpos en trensito al mejor estilo de los Picapiedras. Fue en el preciso momento que brindaba con “Cuchi Cuchi” que reaccione, que la Colombiana volvió a mi mente y luego de las disculpas del caso llegue con 45 minutos de retraso a su lado. Que vergüenza, ella conocía de mi fatiga, pero no se puede, no se debe, dejar a una flaca en un bar sola por tanto tiempo.

Habíamos pasado algo de tiempo juntos en los últimos días, sin embargo saco de la galera, no se si motivada por el enojo, una frase que de verdad me ha hecho sentir pusilánime, despojo de sobras humanas y totalmente pufi. Tu eres Pendejo ¿no?... Osea Puto. ¿Yo?

Puto ¿Yo? ayy eso dolió, no hace mas de un mes una amiga, me dijo lo mismo, aunque aquella vez lo tome con cierta gracia y reconozco que me levanto el ego. Pero dos veces en menos de un mes, si duele. Después intento arreglarla. Eres de los que tira la red y a ver que pesca.

Increíble, que diría mi Madre de mi, aquel mozuelo de lentes grandes, raya al medio, torpes movimientos y pésimos modales, luego de 9 años es todo un monstruelo, acusado sin pruebas fehacientes, de ser un usurpador de besos y tal vez algo mas. Cuando de seguro sea el mismo torpe galán de los 90 y que conoció el amor tal vez de forma casual y por mera champa. Debo reconocer que algo aprendí, sin embargo aún mi mente se suele enturbiar cuando algunas fibras cardiovasculares (no se si existirá el termino, pero suena bonito) se entumecen y no drenan correctamente la sangre, produciendo mas de una vez que saque alguna torpeza de mi galera.

La verdad a veces no entiendo a mucha gente, hasta hace algunos meses era tildado de ambiguo por disfrutar de los fines de semana junto a mis poco refinados amigos y en menos de 3 meses, tengo nueva denominación de origen Pendejus Putesquil, deje de ser Roquete Chisiricoxorox y me convertí en una versión obesa de banderas y con estilo de Luis Miguel.

Esta ciudad tiene un poco de todo, por ser tan pequeña y fuera del ambiente brichero es una olla de grillos con chullo: los que hemos tomado la decisión de alejarnos de las discotecas para gringos, nos encontramos constantemente en cual fiesta se organiza. Las mismas personas, los mismos abrazos y caricias repetitivas, las promesas incumplidas de encontrarnos en la semana y claro esta la reputación de puto cazador que se incrementa como pop corn en aceite hirviendo.

Gente, no soy puto, si alguien me manda una foto en un chape maldito, prometo publicarla sin desparpajo, sin ningún tipo de censura y con la hidalguía de un puto al descubierto. Es mas creo ser de los giles que guarda hábitos mientras su corazoncito esta de luto.

Si bien es cierto ya no guardo luto a nadie, ni a las mas amadas, eso no me convierte en amante de una noche. Sin embargo, también se escuchar… y no me gusta que piensen que intercambio fluidos con cualquier fémina. Por la Sarita.

El Maiky

miércoles, 24 de octubre de 2007

La Luna, las estrellas y el vagabundo


Desde chico siempre he detestado caminar, sin embargo pasear de noche bajo la noche bajo la protección lunar es algo diferente. Cuando es menguante, su leve luz permite ver los matices de los rostros así como esas sombras caprichosas que ilusionan. La traviesa esfera gira día tras día e ilumina con mayor intensidad el oscuro cielo de la ciudad e invita a dejarse capturar por su inmensidad, a envolverse con su magia, convertirse en bandido y capturarla suavemente para entregársela a ella, sólo ella.

Las pequeñas, empedradas y cómplices calles tienen casi completa la escena y cuando utilizo el casi es porque, más de una vez intente seguir el sendero sin ella pero nunca era suficiente. El silencio saturaba los sentidos, la necesidad de encontrar una sonrisa como feedback se diluía en el aire y tan sólo un cuadrúpedo de cola alegre se ofrecía a ser mi compañero en la apacible noche.

No fue hace mucho, que aquel lanudo y pulgoso canino se cruzo por mi camino; su mirada inocente contrastó con su imprevista aparición. Era cerca de las 3 de la mañana y la ausencia de taxi me deparaba una interminable caminata, sin embargo el chusquerman (sic) parecía necesitar alguien con quien conversar telepáticamente. Y así fue, mi casual acompañante me explicaba lo jodido que era pasar la helada en la calle, de los incontables padres nuestros que tenía que ladrar luego de ingerir un pedazo de carne que casualmente encontraba en su andar. De mi parte inicie la historia de siempre, con el lujo de detalles cansinos y con ese positivismo muchas veces entristecedor. Me sentía bien de alguna manera, teníamos mucho en común; el veía a su viejo muy de vez en cuando y sus hermanos estaban cerca pero lejos a la vez; de alguna manera la calle le había enseñado demasiado y disfrutaba igual que yo de aullar a la luna.

Por un momento me olvide del taxi y continuaba con mi relato, le pedí un consejo ligero y al bajar la mirada ya no estaba a mi lado volteé y lo encontré acicalando sus pulgas, con la lengua fuera y realizando un movimiento horizontal extremadamente placentero con su cola. Me conecté nuevamente con la realidad y comprendí el mensaje.

Trotó rapidamente a mí y se acomodo en sus patas posteriores con la misma mirada con la que iniciamos nuestro encuentro, sonreí unos segundos y telepáticamente agradecí su consejo: “La vida puede ser dura, pero a veces es tiempo de despulgarse y ser feliz”.

Al poco rato, concluimos que era mejor que el retornara a su barrio y yo me acercara al mío. Pasó un taxi y no levante la mano, el taxista sin embargo sobreparó; bajo su luna e insistió en llevarme: Choche, tu perro también puede subir… me dijo el conductor. Agradecí el noble gesto y con un movimiento de mi cabeza de mi parte y el de la cola de mi buen amigo lo dejamos partir.

Segundos después con la luna de espaldas pero iluminándome el sendero continué mi camino, el luego de cumplir con la misión encomendada seguía el suyo. Deje de mirar la luna y me di cuenta que en el cielo existían también estrellas, tan tintineantes y maravillosas; que tan sólo había que mirarlas bien para ver como es que se acercaban, que ellas también eran planetas y satélites con luz propia y que irradiaban vida.

La semana pasada fue una montaña rusa de sentimientos y a diferencia de ocasiones anteriores, creo que esta vez no bajare del coche; entregare mi segundo boleto y disfrutare del paseo; quizás cuando acabe la segunda vuelta algunas cosas se vean con mayor claridad.

No es que no desee ver la luna nuevamente, que no desee sentarme en algún mirador y reírme de la nada sin parar. Al contrario volvería a caminar por La Cultura (Versión miniatura de la Javier Prado) una y mil veces más, me perdería en el pedregado San Blas y hasta volvería pie de la Universidad. Pero creo que es tiempo de empezar de escribir una nueva historia, rescatando parte del pasado pero buscando un nuevo argumento.

Buenas noches… abrígate por favor.

El Mayki

Me olvidaba… gracias Firulais

domingo, 30 de septiembre de 2007

¿Inocentes?

A ver... Las chicas tienen una peculiar forma de sonreir cuando alguna propuesta telefónica les suena por demás interesante. Esa inclinadita de cabeza pícara junto a la risita forzada, es el indicativo que están listas a realizar alguna travesura. Es genial estar del otro lado de la línea e imaginar a tu angelita realizar este ritual. Sin embargo cuando tu flaquita inclina su cabecita (según ella completamente encaletada) y le da alas al desconocido que esta al otro lado de la línea, frente a tí, es una huevada.

Lo mas gracioso sucede cuando tu love, afán o amiga cariñosa se ve descubierta. Ja, insofacto ella te toma de la mano y suavemente te susurra: “Es mi primo” Ja, Ja, Ja tres veces Ja. He escuchado de todo: Mi hermano, mi código, ¿Te acuerdas de mi amiga Techi?, aunque la que mas me gusta es la de: Es José, mi amiguito. Esa supuesta piltrafa humana por la cual, según nuestras lindas mujeres, nosotros no debemos de preocuparnos. Ese gil tan inofensivo que ve en nuestras ricuras, a una amiga tan intocable como a su madre o a su hermana. (Saco del grupo a las Primas, porque más de uno o una ha tenido su encontrón con la hija de la tía).

Hoy el gran Master… me dice: “Las mujeres a veces pecan de inocentes” la verdad que tengo para meditarlo un par de días. Aunque cuando a un hombre las babas se le chorrean con perro Bulldog, mi cerebro se estruja, embrutece y hasta colapsa por no comprender como las chavas se desentienden del asunto. Alguna vez he tenido más de una discusión por el bendito amiguito, es más muchas veces he sido el amiguito buenón que tan sólo ve en la enamorada de otro a su hermana y he terminado en incesto premeditado. Por tal razón no es que desconfíe de las mujeres, sino que no menoscabo las estrategias varoniles que se carburan desde que los hombres producimos esperma.

Luego del chape sorpresivo, ella no puede observarte… mientras que tú colocas una de las caras más hipócritas del mundo y al cumplir el primer mes le confiesas tu estratagema con lujo de detalles y ella con la yuca dentro, tan sólo te abraza por haber conquistado su amor con tal paciencia e inventiva. No crean, que es sólo una visión completamente individualista del tema, para los que me conocen saben que suelo ser buen oidor (No por el tamaño de mis orejas) de estas historias. ¿La razón? Es divertido escuchar estos embrollos de un amigo o conocido, el problema es cuando el protagonista eres tú.

Y quien más que el cine para recoger estas historias, admito también que algunas de mis conquistas fueron realizadas a las magistrales enseñanzas de Alan Sandler, Tom Cruise e inclusive el torpe, pero efectivísimo, Woody Allen me dejo más de un recurso, sin embargo en ellas los amiguitos son los héroes del largometraje. ¿Recuerdan muchos filmes donde se narre la historia del partido o cachudo? Son muy pocas. Y aunque para algunos que leen este Blog piensen que estoy escribiendo esta historia con mi lima en mano, despreocúpense, tan sólo he dado rienda suelta a mi voraz imaginación.

La niña del celular no es mi novia y no deseo que lo sea, pues este comportamiento no es atípico en ella y después de tantos tratamientos cardíacos sería masoquista de mi parte exponerme nuevamente a algo así. Aunque como dice mi buen amigo Chato Carsa, con las nenas nunca se sabe. Y tal vez tenga razón, pues durante mi recorrido hacía la base tres no he dejado de ver a los benditos amiguitos irrumpir con su mano consoladora y hombro disponible, para joderla una y otra vez.

Espero no volver a terminar una noche discutiendo y mordiendo mi bronca por mi particular forma de hablar; creo que fue una maldición de la Laynes (Ricura de los años 90 que con su belleza me encandilaba desde los Ochentas y a la que arranque algunas caricias siendo el amiguito, dándome el estreno en las lides partidoras) pues ella me enseño a ser bestia muchas veces al expresar algunos sentimientos.

Eureka… lo descubrí, fueron celos, no se si fundados en la realidad, pero si sostenidos en el pasado y reafirmados por mas de una experiencia exitosa a lo largo de estos años. Y aunque se que eso no me exime de culpa por joderme la noche y joderla a alguien mas. Al menos ya encontré la raíz de problema. La pregunta es: ¿Las mujeres pecan de inocentes?

sábado, 22 de septiembre de 2007

Mi fiesta de cachimbo


Nunca tuve fiesta de cachimbos ni mucho menos me cortaron el cabello cuando ingrese al IPP, si mal no recuerdo, chape mi combi y me baje a la espada del histórico Cine Orrantia y acompañado de mi walkman me dirigí a la puerta del local principal y ver de atrás para adelante mi nombre. No estudie mucho, es más creo que mi viejo a propósito me dio permiso para un campamento scout, con la esperanza de que no estudiara nada y no ingresará, así podría el insistirme con la carrera de Derecho.

Ingrese y nadie me tiro un huevo ni harina; ya en el primer día de clases me di cuenta de que nadie se emocionaba por el ingreso. Creo que los Publicistas no exteriorizamos nuestras emociones más profundas con facilidad y de alguna manera nos encanta el acartonamiento.

Algunos años después, esta ciudad me puso en una nueva fiesta de cachimbo, con la diferencia a la de años atrás, que en está conocía a una buena parte de la discoteca. De arranquín una flaca estaba con una minifalda, realmente espectacular. Sus Veinte primaverales años contrastaban definitivamente con su apariencia y si a eso le sumamos las luces y el humo, por momentos pensaba que estaba en el paraíso.

Era mi primera fiesta como profe y de verdad que no sabía porque acepte la invitación, quizás por miedo a perder mi chamba o por tan sólo callar a ese diablillo que con colita en mano se paraba en mi oreja izquierda y no dejaba de mencionarme la palabra Gay. Obviamente accedí a las exigencias de Belcebú y provisto de una camisa negra putona, me dirigí al Downtown (Hoy convertido en Puticlub). Ya en el tono la tía Karina con su cerquillo ochentero me daba la bienvenida y provista de un cubita libre movía sus pies impacientemente esperando algún tema de Virus, Prisioneros, Enanitos Verdes o una de Niche.

La fiesta en un inicio me parecía extremadamente tranquila, los chibolos en sus grupitos y yo mas aburrido que una planta. La flaca de mini se esfumo y en el escenario el negro “Chis Trees” se meneaba con una flaquita que me dejaba impactado. La banda soltaba unas cuantas clásicas del sabor, las Quillabambinas se contorneaban por la pista central y una que otra nenita intercambiaba fluidos bucales en plena pista, ante mi estupor.

¿Me agarre alguien de esa fiesta esa noche? No pes… no sean sucios… aún eran niñas. Esa noche me fui temprano bastante sorprendido de lo que observe y por momento me sentí un vejestorio. ¿La flaca de la mini? Bueno, Me regalo un par de bailes y puff humito, humito… desapareció. Y este pechito galante y seductor se fue a su hogar con la conciencia tranquila.

La fiesta siguiente me agarro enamorado, pero mi pata Chinito, recién llegado de Lima, y como buen limeño de estreno lustraba el piso con sus pasos en cada salsa braaaavaaa, esta vez si lleve a todos mis amigos: Chato Carsa, PP, La Jechu aunque esa noche se graduaron de Losersss. A excepción del FEO que luego de fungir de defensor de nenas magulladas se fue con una hija de Eva a comer el fruto prohibido.

¿Que si hubieron historias calententonas? Porsupestacion, desgraciadamente este blog es muy público para soltar nombres comprometedores, sin embargo puedo brindar generalidades de una en particular (Ojala y no me boten, Viva la libertad de expresión, Carajo). Por suerte ella ya no esta y algunos no la recuerden de aquí a unos años. Pero esa nena crecidita tenía todo lo que un pata podía desear, un frontis monumental y una posaderas que curaban la tortícolis de profes y alumnos. Su apariencia y voz complaciente, contrastaban con su meneo. Y es que con todos esos atributos más de uno deseaba que ella le cortara el cabello pero de mañana y entre sabanas ya no tan blancas.

Si pes esa Chata era una bala, ya no arranca suspiros de nenes y tios arriolas en las discos, pero estoy seguro que más de uno de graduó antes de tiempo con ese monumentito.

¿Si yo pase por allí? Por desgracia no, quizás por ello me tuvo bronca o simplemente le caía mal. Igual dejen que mi orgullo crezca un poquito.

Ayer hubo fiesta de cachimbos, debe ser ya la numero 7 desde que vivo en el Cusco y tal vez sea la última (Siempre digo lo mismo). La flaca de la mini reapareció así como por arte de magia y talvez algún día cuente sobre la noche de ayer. Por el momento aparte del dolor de cabeza por las Barenas y la pena de que zarpe en crucero, sea lo único pesado del día, por lo demás la estoy pasando rebien.

El Maiky

martes, 11 de septiembre de 2007

Dos Copas de Vino


No son de una reserva especial ni mucho menos de una fina selección, talvez sean de una cajita cumplidora de gatito negro (para mi viejo la mejor elección), pero luego de estas dos copitas, supuestamente inofensivas tal vez pierda algo (No sean mal pensados)

Honor a la verdad se que el vinatel siempre ha sido buen aliado mío en mas de una ocasión. La Musa, La casa de los vinos y claro algún bonito bar con baldes en el techo son testigos de las bondades que el buen Baco tuvo a bien regalarnos a los mortales del siglo XXI.

Y aunque se supone que este blog es de historias y relatos de antaño hoy, a pocos minutos de las 12, quisiera que me dieran espacio a volar sin marimba. Prometo no volver a jugar a Nostradamus y permitirles disfrutar a posteriori con la historias de Aguadito, Pelicano Andino, Rita Sana, La negra esta partiendo un corazón, la cara de papa y demás recuerdos.

Saben que suelo dormir temprano, pero cuando uno decide que las cosas deben cambiar por momentos desea que las luces del cielo estén iluminadas siempre y si es posible abrir la cortina, traer virtualmente a esa flaca y ver juntos cabeza a cabeza, ese color azulado negruzco que suele tener la noche cuando algo nuevo quiere pasar. Si, claro se que el soñar despierto puede a veces encontrarte tirado en la cama con tan sólo una almohada redoblada y sin una pizca de ella, pero no importa hoy quiero imaginar.

Imaginar lo divertido que puede ser disfrutar los pocos meses que quedan en la ciudad o talvez visualizar una caminata en el 2009 riéndome con ella por todo lo que se tuvo que pasar antes de decidir vivir en esta ciudad. Carcajearnos de cómo hasta hace una semana mierdeaba por la soledad y hoy gracias a una llamada y al tinto puedo decirle, vamos que algo más, se que puedo dar.

Me hice fuerte sin ella y se que sus palabras me ayudaron a expresarme como hoy, sus palabras me carajearon y me impulsaron a tomar su mano como nunca y de rato en rato verla sonreir. Hoy soy el idiota que disfruta de sus pupilas embobado, mientras otro macho maldice mi suerte. Si pes (sic)… hoy no era yo el que marcaba como esquizofrénico el celular, hoy no. Y la verdad que no quisiera pasar por eso nunca mas.

Saben… hoy siento que la soledad se va. Aquella dulce, querida y amada compañera a la cual ya no retengo, ni deseo mal destino, se que encontrará cobijo en algún nene confundido.

Quisiera otra copita de vino pero con ella al lado, talvez con un poco de compañía musical y una historia entretenida, pero aún no esta. Quisiera otra copita de vino pero con ella en un yate con la brisa sobre sus mejillas. Quisiera una copa más de vino tan sólo jugando con sus manos y dándole seguridad… Quisiera tantas cosas y ojala y dependa sólo de mi… que como dicen los entendidos en futbol, hoy me como la cancha yo solito y nadie me gana.

Despierto y no esta… pero no tengo miedo, ya “El Bravo” quiso que se calme la marea y talvez hoy luego de beber su sangre, tengamos un nuevo pacto.

Mejor me duermo antes de embriagarme de la felicidad. Un beso y buenas noches para ti también, Salud.

P.d Verdad, saben que perdi hoy: El Miedo
El Mayki

domingo, 2 de septiembre de 2007

Te eximo


Hoy después de un tiempo estamos sólo el departamento y yo; la razón: Por algunas semanas tuve que compartirlo con el Chinito(Ustedes saben, ahorro), personaje peculiar que entre sus principales virtudes no destacan ni el silencio ni la meditación, él como buen hijo de la “Ricky Vicky” eleva el volumen de la radio por las mañanas, baila al ritmo de Gilberto Santa Rosa y es hincha de Alianza. Ya pe causa… tssss, ¿Me entiendes no? Pariente de la quimba e hijo predilecto de algunos salsódromos de Lima decidió vivir, como muchos, en esta ciudad. La verdad que no pensé, a pesar de nuestra amistad, que compartiríamos un depa alguna vez, pero a pesar de todo, creo que extrañare el conversar gritando de cuarto a cuarto.

Y es que vivir en el Cusco debe ser lo más cercano a vivir en el extranjero, muchos llegan como yo, una mano adelante y una atrás, con la idea de un cambio de aire y millones de historias alentadoras, la gran mayoría de un final feliz al lado de una gringa o dueño de un negocio en la ciudad. El gran problema es que nadie te cuenta el camino intermedio. Ese que empieza cuando las luces de las noches cusqueñas se encienden o las tardes del valle se acaban, ese llegar a casa y no encontrar al viejo o al hermano que conoce hasta el ruido que realiza tus zapatos al caminar, te puede llegar a matar.

Y bueno quizás por ello, ojo no soy el dueño de la verdad, muchos busquemos no estar tan solos. La primera vez que tuve que compartir jato, no tuve mucha elección, digamos que fui el intruso recién llegado y arruinaba el “entorno familiar”; así que luego de una de una Navidad atípica, me arrancaba con Jechu a un duplex bastante humildón, donde el agua caliente provenía de un hervidor eléctrico y nuestra cocina nos permitía elaborar exquisitos tallarines gourmets, por suerte no duramos mucho en ese lugar; luego de una exhaustiva selección y motivados por el propietario de la casa, nos mudamos con la Gorda (La ex de Master, el del primer relato). ¿Evolucionamos? por supuesto teniamos una tele vieja a color que te permitía cambiar de canal, subir y bajar el volumen con un palito. Nuestra cocina al menos tenía alacena, claro que el único problema que había que pasar por el cuarto de la Gordita todas la mañanas y nuestra sala contaba con un mueble que bien podría servir para un comercial Pro donación de damnificados.

Nuestra convivencia fue algo particular, Jechu enamorado del amor, la Gordix de la comida y yo de la noche. Al cabo de unos meses, nuestra morada tenía un nuevo integrante: El PP y casi al mismo tiempo Chato Carsa empezó a utilizar nuestra casa como refugio, imaginen a todos en nuestra equipada y espaciosa sala, alrededor de la mentada tele. Como comprenderán alguien tenía que dejar el nido y cual familia decente despedimos a Jechu, pues partía con su amada en busca de su nido.

Al cabo de un tiempo “Progresamos” y nos fuimos a una casa decente, aunque nuestro comportamiento no tuvo la misma línea ascendente. Resultado: la fémina abandonó también la nueva morada, pues los tres mosqueteros de la vida bohemia no le permitiamos llevar una vida acorde con la sociedad. Aquella casa distó mucho a la de una familia decente, las fiestas y el descontrol podrían volver loco a cualquiera. Y es que los sentimientos en ella eran increíblemente contradictorios; unos días jolgorio intenso y unas noches después soledad y tristeza extrema.

Un buen día me fui de aquella casa, renegando; culpándola a ella y a sus integrantes de mi pesar, las tardes y noches al lado de la chimenea no compensaban la ira de ese momento. En es instante jure que sólo compartiría en un futuro mi covacha con mi guitarra y con alguna mujer con quien bosquejar una vida. Hoy casi 2 años después, luego romper aquella promesa, sanar heridas y pasar por el banquillo de los acusados, eximo a la casa y emito pública disculpa a todos los que me aguantaron.

Se que el tiempo pasa y que nadie es eterno en nuestra frágil membrana gris, pero mientras redactaba este relato, las guitarreadas con Jechu, los pures con bistec de la gordix, las transmisiones de la “U” con Rafa, Auro y Garrita (El Perro), las películas en VCD incompletas con PP, las interminables conversaciones con Chato Carsa y claro la bulla del reciente chinito (Ex Yatusa) me alegraron la noche. Porfis… no intentemos vivir juntos de nuevo.

Hoy dormiré cual tronco, bueno si la veciiiiiiiiiiiiiiiiiina baja el volumen

El Mayki

domingo, 26 de agosto de 2007

Y como te extraño

Cuanto daría por ver el brillo de tus ojos hoy, por acariciar tu sedoso cabello y poder sentir el latido de tu corazón y carajo como te extraño y como me jode pensar que algún idiota agradece al cielo por tenerte a su lado. Por momentos reniego y trato de cambiar, de ser otra persona por ti y para ti.

Si te importa ya no gasto mi dinero en salidas improductivas y se quienes son mis amigos, aunque creas lo contrario. Si me equivoque, porque soy humano y tienes el derecho de buscar alguien que entienda tus señales, cumpla tus requerimientos, se sienta orgulloso de ti y de la que tu te sientas orgullosa.

Por momentos quisiera que hubieses luchado por mi, tal vez lo hiciste y no me di cuenta, pues a tu lado me sentía seguro y avanzaba como caballo de carreras por la vida, pero claro con la habilidad de un chucaro y no me di cuenta que no querías un millonario exitoso, tan sólo un hombre que al abrazarte te llevara a volar por el mundo.

Si la cague, aunque digas que no, porque si luego de finalizar las relaciones, las explicaciones fueron las mismas, el problema soy yo.

De verdad que lucho por primero olvidarte, por alegrarme de que tienes a alguien maravilloso a tu lado. Mierda, mentira eso es mentira. Te extraño, extraño el sonido de tu voz y como me haces reir de sólo inclinar tu rostro, de que el tiempo pase a tu lado y no me de cuenta, de simplemente caminar.

Se que no se de ti, porque no quieres o porque no quiero, al final es lo mismo un silencio que enferma cuando lo recuerdo. Es curioso, en este mismo momento que dejo de ir al bar y divago pensando que mi celular sonará y al contestar serás tu y no mi jefe, mis asistentes o un tarado que metió mal el dedo y marco número equivocado. Porque me llamabas a diario, cuando te sentías mal, cuando querías pasar el rato o porque sentiste que las cosas se podían arreglar. Si me acuerdo, me llamaste y también recuerdo nuestra última conversación.

Me encantaba besarte y lo demás, sólo nosotros lo sabemos, nunca hable con nadie ni hablare de esos detalles con algún mortal. No renieges, ni cierres el blog, no te canses de leer, tal vez nunca más tu retina tenga que ver algún rastro de lo de nosotros.

Se que pensamos en ser amigos siempre, pero como serlo sin involucrarnos, por ello tal vez no sepa de ti y me jode.

Hace poco me dijeron que tenía un caparazón inmenso (Mi sicóloga gratuita) y que debía salir de allí tal vez por eso estoy aquí escribiendo como loquito y siendo el hazme reir de muchos; pero no importa la esperanza de que leas y sepas como ubicarme no tiene precio. (Gracias Master por la frase, eleva una plegaria de paso)

Me canse… me canse de que estés presente en algunas conversaciones llevadas por el alcohol, me canse de que seas un tema prohibido por la mirada inquisidora de los que me dicen olvídala; porque así supiese que vivirás tan sólo 10 minutos, esos quisiera estar a tu lado (“Bravo”, que sea casi inmortal).

Lo acepto, escondí tus fotos, camufle algunas conversaciones en mi inconsciente y me pelee con “El Bravo” por que te fuiste o te deje ir. Sabes que no creo en el destino, me cuesta aceptarlo, aunque a veces me dice que existe. Asumo que estas feliz, que ya no estoy dentro del “Top of mind” cuando necesitas ayuda, se que armaste una vida sin mi y que nada es igual.

Mierda y como te extraño… por momentos tienes un hijo y estas casada, por momentos eres tan chiquita estudias Frances y ya sabes Portuges, por momentos sacaste tu titulo y enseñas Ingles.

Me voy a comer un Bembos solo, no quiero ver a nadie, recordare tu esencia y a su vez tratare de no vivir de los recuerdos. Eso si te prometo que si estamos nuevamente solos alguna vez en la vida y siento que podremos estar juntos… no nos separaremos y si no te veo más o sólo intercambiamos un frio saludo, no eras tu.

Mierda como te extraño…(Aunque no lo creas también aprendí a controlar mi ira)

El Mayki

domingo, 19 de agosto de 2007

Hugo y su lata

A ver… los osos siempre han traído consecuencias insospechadas dentro y fuera de las relaciones y cuasi relaciones amorosas. Ja y en ciudades como estas, donde las grandes cadenas de regalos para tórtolos no existen, buscar y entregar presentes pueden traer más de una sorpresa.

Díganme romántico, templado o cursi, pero muchas veces malgastamos el billete en chelas, videos piratas o simplemente cigarros (saquen su cuenta los que fuman) en vez de regalarle una sonrisa a una flaca o tal vez hacerla renegar un poquito. Aquí algunos recuerdos de los últimos y recientes envíos en la ciudad

Fue a principios del 2004 que tuve la “brillante” idea de enviarle un ramo de rosas blancas a una morena en esta ciudad. ¿Las rosas blancas, significan Matrimonio? Mi celular obviamente nunca sonó y créanme, yo también me hubiese sorprendido si unas horas después del envío, la peculiar morena se paraba en la puerta de mi casa con una sonrisa de oreja a oreja diciéndome: “Acepto”. Después de ese incidente opte por buscar en Internet el significado de las plantitas y así evitarme malos entendidos, sin embargo el día que ví entregar a “El Gran PP” una rosita de chocolate de cincuenta céntimos a su flaca por su tercer aniversario de enamorados opte por complicarme menos la existencia. Cambie las lujosas tiendas por el mercado de Wanchaq y las elaboradas tarjetas por mensajes en pedazos de cartulina, quizás debí también no esperar momentos típicos para los envíos y realizarlo simplemente cuando me daba la gana.

Obviamente mientras recordaba los envíos realizados como no agradecer a mis amigos que buenamente realizaban la labor de Delivery: Buena Chato Wiese y Willy, existe una deuda pendiente, ya que es jodido pasar por la plaza de armas del Cusco con un ramazo de flores y de allí trepar toda la cuestaza de San Blas por una flaca que no es la tuya. Claro esta que no siempre uno regala plantitas, también he pasado horas buscando cds, libros, fabricando tarjetas, en fin tanta vaina para que al final muchas de las descendientes de Eva, vivan sólo en el recuerdo de una canción, de una fotografía o tal vez estén eliminadas de nuestro conciente para evitar una contracción del que bombea no sólo sangre sino también más de un sentimiento, pero igual aunque suene a resentimiento y arrepentimiento; creo que siempre vale la pena; al menos puedes escribir una historia algún tiempo después.

Y es que a veces una gran pelea puede terminar con la llegada de un simple oso de peluche o tal vez generar una gran confusión, así le sucedió a mi buen amigo Hugo. El, famoso por sus habilidades de fabrica en cuanto a problemas sentimentales se refiere, se disponía como siempre enfundado en su elegante smoking y provisto de un ramo de rosas rojas a robarle la sonrisa a la damicela confundida.

Era una tarde de domingo sin brisa de mar, ella muy lejos de casa y el en casa, dispuesto a recorrer miles de kilómetros con tal de estar a su lado. Sin embargo algo no andaba bien, Hugo lo presentía, podía dejar su smoking, ponerse un jean con chalina y estar como brichero, pero esa tarde el atuendo que forzosamente debía vestir no era el de siempre. “Por favor no...” gritaba pero no lo escuchaban, ¿Cómo no me escuchan? si soy Hugo, pensaba tristemente y eso se dejaba ver en sus ojitos brillantes, aunque algunos asumían que los destellos de sus pupilas eran dulzura y no tristeza. Así se fue avergonzado y sin el glamour de siempre.

Llego al hotel y luego de unas preguntas en la recepción, el momento de la verdad se acercaba, todos estaban ansiosos y querían ver el encuentro. La recepcionista lanzaba un suspiro y en voz alta con las manos entrelazadas aconsejaba: “Ese chico vale ahhhhhh…” Hugo, hizo su aparición, pero no era el de siempre esta vez tenía el look de una chica playboy, completamente maricón. ¿A que hombre se le puede ocurrir regalar al buen Oso Hugo en Tanga y con orejas? Así el buen Hugo venga en lata de Rosatel, no se puede desprestigiar a tan memorable personaje. Unos minutos mas tarde llegue al Hotel y me preguntaron si yo fui el encargado de enviar al buen Oso a la fémina. Imposible. Créanme, me gusta dar obsequios, pero el pobre Oso Hugo quería estar sólo en su lata y no ser visto en esas trazas, es por ello que luego de mirarlo, me ofrecí a embarcarlo de forma segura al Cusco y evitar que siga pasando más vergüenza, así piensen que yo era el remitente de tal espectáculo.

Oso Hugo, espero que luego de estas líneas los galanes del nuevo milenio te revaloren, es más, he decidido publicar sólo aquella foto donde sales elegante y glamoroso confiando en que las personas que lean esta historia, sepan darte tu lugar. Insisto... jamás regalaría un oso vestido de conejita, créanme. Oso Hugo he aquí a tu hincha.


El Mayki

viernes, 10 de agosto de 2007

Hay cosas que puedes comprar en la vida, para todo lo demas Master...



Iniciaremos la sarta de narraciones mundanas con la aparición de un personaje bastante particular. Su mirada cansina, vestimenta desgarbada y voz relajada combinaba a la perfección con su filosofía de vida Hakuna Matata, para los no instruidos en la ideología de Timón y Pumba, significa “Sin preocupaciones”.

Bueno creo que muy pocos saben su nombre de pila y es que usualmente no lo llamábamos por la identificación que le dieron sus padres y con la que fue presentado a la sociedad, tan sólo era: Master.

Inicialmente su nick se debió a una abreviatura de la no menos famosa tarjeta de crédito, pero sus constantes apariciones y acciones fueron desterrando esa primera asociación para convertirnos en sus fieles seguidores, como si fuese una versión viviente de Sarita Colonia.

Sí, Master (Se que nos sigues con el pensamiento), estamos pensando en colocar una foto tuya con velitas misioneras al costado de la puerta del CEO donde por 5 lucas, sí, escuchen bien, 5 lucas Master se convertía en joyero. ¿Quién podía estudiar en el 2005 por 5 lucas? Sólo Master. Luego de sus clases daba una vuelta a la plaza para conversar con las palomas de la pileta, cargarse de energía y a posteriori llegaba a la casa a la hora de almuerzo y no precisamente para gorrear comida, ya que el buen Master provisto de su bolsa de trigo atómico, yogurt y carne de soya era lo único que necesitaba para alimentarse.

Cómo no recordar cuando con tan sólo tocar el timbre, sus ondas cerebrales viajaban kilómetros e iluminaban a los delanteros de la selección, de la U y Cienciano asombrando hasta el mas incrédulo de los mortales. Es notable su aparición en el bar de Serapín, cuando toda la mancha incluyendo a “La Rebosio” observaba con desilusión la derrota de Cienciano ante Boca por la Recopa Sudamericana. Master llegó como nunca temprano y la afición de rato en rato trataba de encontrar en sus palabras alguna explicación del marcador en contra (Uno a Cero a falta de 20 minutos). Nada… ni una sóla frase de aliento, el partido estaba por culminar y como era de esperarse, toda la fama de amuleto bien ganada de Master se acababan como los cigarros Golden Beach (Si, léanlo Golden, éramos misios), repentinamente en un espacio no mayor al de 1 metro cruadrado, Master cruzo las piernas, cerro los ojos y dijo: “En dos minutos llega el gol”, nadie se inmutó, todos tenían puestos los ojos en la pantalla con un silencio desesperanzador.

Bueno no fue a los dos minutos, fue al minuto con 50 (Chato Carsa, su fiel discípulo, llevaba el tiempo) cuando se produjo el grito de gol y quizás 10 segundos los que una torre de 20 personas casi asfixia a nuestro chamán.

El fútbol no era de uno de sus deportes ni temas predilectos, sin embargo por los amigos se puso más de una vez la camiseta. Sus consejos sobre el amor ayudo a más de uno a desterrar alguna fémina que vivía enquistada en nuestros recuerdos y como no podía ser de otra manera bajo su dádiva uno podía alejarse elegantemente de un añejo amor y de paso dejarle un recuerdito, producto de las palabras del “Idolo”.

Y es que Master es y será un personaje, lo ví hace poco en la ciudad, vino de visita a saludar a los Apus y encontrarse con su Master interno. Seguía igual, sólo que ahora estudiando periodismo por Internet, díganme sino es Master, sólo el logra esas hazañas. Conversamos unos segundos recordando su despedida en Las Vegas y sus ganas de regresar con su Comodoy envuelto en un saco de arroz. Y obviamente rememorando “Sus Milagros”, no teníamos mucho tiempo pues yo debía ir a Lima por unas reparadoras vacaciones de un mes y el bus partía en sólo unas horas.

Me daba gusto verlo y entre chistes le decía que lamentaba que el tiempo fuese tan corto para no beneficiarme con una de sus “Milagros”, el esbozaba una sonrisa de Sensei, quince segundo después mi celular sonó. Al otro lado de la línea un doctor me ofrecía un trabajo y ese mismo día luego de una fugaz entrevista, obtenía un buen contrato de asesoría. Master otra vez…

Aún lo veo por Internet, de vez en cuando me vacilo con su filosofía Hakuna y claro está no podía empezar un blog tan comprometedor como este, sin sus buenaventuras.

Salve Master