domingo, 26 de agosto de 2007

Y como te extraño

Cuanto daría por ver el brillo de tus ojos hoy, por acariciar tu sedoso cabello y poder sentir el latido de tu corazón y carajo como te extraño y como me jode pensar que algún idiota agradece al cielo por tenerte a su lado. Por momentos reniego y trato de cambiar, de ser otra persona por ti y para ti.

Si te importa ya no gasto mi dinero en salidas improductivas y se quienes son mis amigos, aunque creas lo contrario. Si me equivoque, porque soy humano y tienes el derecho de buscar alguien que entienda tus señales, cumpla tus requerimientos, se sienta orgulloso de ti y de la que tu te sientas orgullosa.

Por momentos quisiera que hubieses luchado por mi, tal vez lo hiciste y no me di cuenta, pues a tu lado me sentía seguro y avanzaba como caballo de carreras por la vida, pero claro con la habilidad de un chucaro y no me di cuenta que no querías un millonario exitoso, tan sólo un hombre que al abrazarte te llevara a volar por el mundo.

Si la cague, aunque digas que no, porque si luego de finalizar las relaciones, las explicaciones fueron las mismas, el problema soy yo.

De verdad que lucho por primero olvidarte, por alegrarme de que tienes a alguien maravilloso a tu lado. Mierda, mentira eso es mentira. Te extraño, extraño el sonido de tu voz y como me haces reir de sólo inclinar tu rostro, de que el tiempo pase a tu lado y no me de cuenta, de simplemente caminar.

Se que no se de ti, porque no quieres o porque no quiero, al final es lo mismo un silencio que enferma cuando lo recuerdo. Es curioso, en este mismo momento que dejo de ir al bar y divago pensando que mi celular sonará y al contestar serás tu y no mi jefe, mis asistentes o un tarado que metió mal el dedo y marco número equivocado. Porque me llamabas a diario, cuando te sentías mal, cuando querías pasar el rato o porque sentiste que las cosas se podían arreglar. Si me acuerdo, me llamaste y también recuerdo nuestra última conversación.

Me encantaba besarte y lo demás, sólo nosotros lo sabemos, nunca hable con nadie ni hablare de esos detalles con algún mortal. No renieges, ni cierres el blog, no te canses de leer, tal vez nunca más tu retina tenga que ver algún rastro de lo de nosotros.

Se que pensamos en ser amigos siempre, pero como serlo sin involucrarnos, por ello tal vez no sepa de ti y me jode.

Hace poco me dijeron que tenía un caparazón inmenso (Mi sicóloga gratuita) y que debía salir de allí tal vez por eso estoy aquí escribiendo como loquito y siendo el hazme reir de muchos; pero no importa la esperanza de que leas y sepas como ubicarme no tiene precio. (Gracias Master por la frase, eleva una plegaria de paso)

Me canse… me canse de que estés presente en algunas conversaciones llevadas por el alcohol, me canse de que seas un tema prohibido por la mirada inquisidora de los que me dicen olvídala; porque así supiese que vivirás tan sólo 10 minutos, esos quisiera estar a tu lado (“Bravo”, que sea casi inmortal).

Lo acepto, escondí tus fotos, camufle algunas conversaciones en mi inconsciente y me pelee con “El Bravo” por que te fuiste o te deje ir. Sabes que no creo en el destino, me cuesta aceptarlo, aunque a veces me dice que existe. Asumo que estas feliz, que ya no estoy dentro del “Top of mind” cuando necesitas ayuda, se que armaste una vida sin mi y que nada es igual.

Mierda y como te extraño… por momentos tienes un hijo y estas casada, por momentos eres tan chiquita estudias Frances y ya sabes Portuges, por momentos sacaste tu titulo y enseñas Ingles.

Me voy a comer un Bembos solo, no quiero ver a nadie, recordare tu esencia y a su vez tratare de no vivir de los recuerdos. Eso si te prometo que si estamos nuevamente solos alguna vez en la vida y siento que podremos estar juntos… no nos separaremos y si no te veo más o sólo intercambiamos un frio saludo, no eras tu.

Mierda como te extraño…(Aunque no lo creas también aprendí a controlar mi ira)

El Mayki

domingo, 19 de agosto de 2007

Hugo y su lata

A ver… los osos siempre han traído consecuencias insospechadas dentro y fuera de las relaciones y cuasi relaciones amorosas. Ja y en ciudades como estas, donde las grandes cadenas de regalos para tórtolos no existen, buscar y entregar presentes pueden traer más de una sorpresa.

Díganme romántico, templado o cursi, pero muchas veces malgastamos el billete en chelas, videos piratas o simplemente cigarros (saquen su cuenta los que fuman) en vez de regalarle una sonrisa a una flaca o tal vez hacerla renegar un poquito. Aquí algunos recuerdos de los últimos y recientes envíos en la ciudad

Fue a principios del 2004 que tuve la “brillante” idea de enviarle un ramo de rosas blancas a una morena en esta ciudad. ¿Las rosas blancas, significan Matrimonio? Mi celular obviamente nunca sonó y créanme, yo también me hubiese sorprendido si unas horas después del envío, la peculiar morena se paraba en la puerta de mi casa con una sonrisa de oreja a oreja diciéndome: “Acepto”. Después de ese incidente opte por buscar en Internet el significado de las plantitas y así evitarme malos entendidos, sin embargo el día que ví entregar a “El Gran PP” una rosita de chocolate de cincuenta céntimos a su flaca por su tercer aniversario de enamorados opte por complicarme menos la existencia. Cambie las lujosas tiendas por el mercado de Wanchaq y las elaboradas tarjetas por mensajes en pedazos de cartulina, quizás debí también no esperar momentos típicos para los envíos y realizarlo simplemente cuando me daba la gana.

Obviamente mientras recordaba los envíos realizados como no agradecer a mis amigos que buenamente realizaban la labor de Delivery: Buena Chato Wiese y Willy, existe una deuda pendiente, ya que es jodido pasar por la plaza de armas del Cusco con un ramazo de flores y de allí trepar toda la cuestaza de San Blas por una flaca que no es la tuya. Claro esta que no siempre uno regala plantitas, también he pasado horas buscando cds, libros, fabricando tarjetas, en fin tanta vaina para que al final muchas de las descendientes de Eva, vivan sólo en el recuerdo de una canción, de una fotografía o tal vez estén eliminadas de nuestro conciente para evitar una contracción del que bombea no sólo sangre sino también más de un sentimiento, pero igual aunque suene a resentimiento y arrepentimiento; creo que siempre vale la pena; al menos puedes escribir una historia algún tiempo después.

Y es que a veces una gran pelea puede terminar con la llegada de un simple oso de peluche o tal vez generar una gran confusión, así le sucedió a mi buen amigo Hugo. El, famoso por sus habilidades de fabrica en cuanto a problemas sentimentales se refiere, se disponía como siempre enfundado en su elegante smoking y provisto de un ramo de rosas rojas a robarle la sonrisa a la damicela confundida.

Era una tarde de domingo sin brisa de mar, ella muy lejos de casa y el en casa, dispuesto a recorrer miles de kilómetros con tal de estar a su lado. Sin embargo algo no andaba bien, Hugo lo presentía, podía dejar su smoking, ponerse un jean con chalina y estar como brichero, pero esa tarde el atuendo que forzosamente debía vestir no era el de siempre. “Por favor no...” gritaba pero no lo escuchaban, ¿Cómo no me escuchan? si soy Hugo, pensaba tristemente y eso se dejaba ver en sus ojitos brillantes, aunque algunos asumían que los destellos de sus pupilas eran dulzura y no tristeza. Así se fue avergonzado y sin el glamour de siempre.

Llego al hotel y luego de unas preguntas en la recepción, el momento de la verdad se acercaba, todos estaban ansiosos y querían ver el encuentro. La recepcionista lanzaba un suspiro y en voz alta con las manos entrelazadas aconsejaba: “Ese chico vale ahhhhhh…” Hugo, hizo su aparición, pero no era el de siempre esta vez tenía el look de una chica playboy, completamente maricón. ¿A que hombre se le puede ocurrir regalar al buen Oso Hugo en Tanga y con orejas? Así el buen Hugo venga en lata de Rosatel, no se puede desprestigiar a tan memorable personaje. Unos minutos mas tarde llegue al Hotel y me preguntaron si yo fui el encargado de enviar al buen Oso a la fémina. Imposible. Créanme, me gusta dar obsequios, pero el pobre Oso Hugo quería estar sólo en su lata y no ser visto en esas trazas, es por ello que luego de mirarlo, me ofrecí a embarcarlo de forma segura al Cusco y evitar que siga pasando más vergüenza, así piensen que yo era el remitente de tal espectáculo.

Oso Hugo, espero que luego de estas líneas los galanes del nuevo milenio te revaloren, es más, he decidido publicar sólo aquella foto donde sales elegante y glamoroso confiando en que las personas que lean esta historia, sepan darte tu lugar. Insisto... jamás regalaría un oso vestido de conejita, créanme. Oso Hugo he aquí a tu hincha.


El Mayki

viernes, 10 de agosto de 2007

Hay cosas que puedes comprar en la vida, para todo lo demas Master...



Iniciaremos la sarta de narraciones mundanas con la aparición de un personaje bastante particular. Su mirada cansina, vestimenta desgarbada y voz relajada combinaba a la perfección con su filosofía de vida Hakuna Matata, para los no instruidos en la ideología de Timón y Pumba, significa “Sin preocupaciones”.

Bueno creo que muy pocos saben su nombre de pila y es que usualmente no lo llamábamos por la identificación que le dieron sus padres y con la que fue presentado a la sociedad, tan sólo era: Master.

Inicialmente su nick se debió a una abreviatura de la no menos famosa tarjeta de crédito, pero sus constantes apariciones y acciones fueron desterrando esa primera asociación para convertirnos en sus fieles seguidores, como si fuese una versión viviente de Sarita Colonia.

Sí, Master (Se que nos sigues con el pensamiento), estamos pensando en colocar una foto tuya con velitas misioneras al costado de la puerta del CEO donde por 5 lucas, sí, escuchen bien, 5 lucas Master se convertía en joyero. ¿Quién podía estudiar en el 2005 por 5 lucas? Sólo Master. Luego de sus clases daba una vuelta a la plaza para conversar con las palomas de la pileta, cargarse de energía y a posteriori llegaba a la casa a la hora de almuerzo y no precisamente para gorrear comida, ya que el buen Master provisto de su bolsa de trigo atómico, yogurt y carne de soya era lo único que necesitaba para alimentarse.

Cómo no recordar cuando con tan sólo tocar el timbre, sus ondas cerebrales viajaban kilómetros e iluminaban a los delanteros de la selección, de la U y Cienciano asombrando hasta el mas incrédulo de los mortales. Es notable su aparición en el bar de Serapín, cuando toda la mancha incluyendo a “La Rebosio” observaba con desilusión la derrota de Cienciano ante Boca por la Recopa Sudamericana. Master llegó como nunca temprano y la afición de rato en rato trataba de encontrar en sus palabras alguna explicación del marcador en contra (Uno a Cero a falta de 20 minutos). Nada… ni una sóla frase de aliento, el partido estaba por culminar y como era de esperarse, toda la fama de amuleto bien ganada de Master se acababan como los cigarros Golden Beach (Si, léanlo Golden, éramos misios), repentinamente en un espacio no mayor al de 1 metro cruadrado, Master cruzo las piernas, cerro los ojos y dijo: “En dos minutos llega el gol”, nadie se inmutó, todos tenían puestos los ojos en la pantalla con un silencio desesperanzador.

Bueno no fue a los dos minutos, fue al minuto con 50 (Chato Carsa, su fiel discípulo, llevaba el tiempo) cuando se produjo el grito de gol y quizás 10 segundos los que una torre de 20 personas casi asfixia a nuestro chamán.

El fútbol no era de uno de sus deportes ni temas predilectos, sin embargo por los amigos se puso más de una vez la camiseta. Sus consejos sobre el amor ayudo a más de uno a desterrar alguna fémina que vivía enquistada en nuestros recuerdos y como no podía ser de otra manera bajo su dádiva uno podía alejarse elegantemente de un añejo amor y de paso dejarle un recuerdito, producto de las palabras del “Idolo”.

Y es que Master es y será un personaje, lo ví hace poco en la ciudad, vino de visita a saludar a los Apus y encontrarse con su Master interno. Seguía igual, sólo que ahora estudiando periodismo por Internet, díganme sino es Master, sólo el logra esas hazañas. Conversamos unos segundos recordando su despedida en Las Vegas y sus ganas de regresar con su Comodoy envuelto en un saco de arroz. Y obviamente rememorando “Sus Milagros”, no teníamos mucho tiempo pues yo debía ir a Lima por unas reparadoras vacaciones de un mes y el bus partía en sólo unas horas.

Me daba gusto verlo y entre chistes le decía que lamentaba que el tiempo fuese tan corto para no beneficiarme con una de sus “Milagros”, el esbozaba una sonrisa de Sensei, quince segundo después mi celular sonó. Al otro lado de la línea un doctor me ofrecía un trabajo y ese mismo día luego de una fugaz entrevista, obtenía un buen contrato de asesoría. Master otra vez…

Aún lo veo por Internet, de vez en cuando me vacilo con su filosofía Hakuna y claro está no podía empezar un blog tan comprometedor como este, sin sus buenaventuras.

Salve Master