sábado, 22 de septiembre de 2007

Mi fiesta de cachimbo


Nunca tuve fiesta de cachimbos ni mucho menos me cortaron el cabello cuando ingrese al IPP, si mal no recuerdo, chape mi combi y me baje a la espada del histórico Cine Orrantia y acompañado de mi walkman me dirigí a la puerta del local principal y ver de atrás para adelante mi nombre. No estudie mucho, es más creo que mi viejo a propósito me dio permiso para un campamento scout, con la esperanza de que no estudiara nada y no ingresará, así podría el insistirme con la carrera de Derecho.

Ingrese y nadie me tiro un huevo ni harina; ya en el primer día de clases me di cuenta de que nadie se emocionaba por el ingreso. Creo que los Publicistas no exteriorizamos nuestras emociones más profundas con facilidad y de alguna manera nos encanta el acartonamiento.

Algunos años después, esta ciudad me puso en una nueva fiesta de cachimbo, con la diferencia a la de años atrás, que en está conocía a una buena parte de la discoteca. De arranquín una flaca estaba con una minifalda, realmente espectacular. Sus Veinte primaverales años contrastaban definitivamente con su apariencia y si a eso le sumamos las luces y el humo, por momentos pensaba que estaba en el paraíso.

Era mi primera fiesta como profe y de verdad que no sabía porque acepte la invitación, quizás por miedo a perder mi chamba o por tan sólo callar a ese diablillo que con colita en mano se paraba en mi oreja izquierda y no dejaba de mencionarme la palabra Gay. Obviamente accedí a las exigencias de Belcebú y provisto de una camisa negra putona, me dirigí al Downtown (Hoy convertido en Puticlub). Ya en el tono la tía Karina con su cerquillo ochentero me daba la bienvenida y provista de un cubita libre movía sus pies impacientemente esperando algún tema de Virus, Prisioneros, Enanitos Verdes o una de Niche.

La fiesta en un inicio me parecía extremadamente tranquila, los chibolos en sus grupitos y yo mas aburrido que una planta. La flaca de mini se esfumo y en el escenario el negro “Chis Trees” se meneaba con una flaquita que me dejaba impactado. La banda soltaba unas cuantas clásicas del sabor, las Quillabambinas se contorneaban por la pista central y una que otra nenita intercambiaba fluidos bucales en plena pista, ante mi estupor.

¿Me agarre alguien de esa fiesta esa noche? No pes… no sean sucios… aún eran niñas. Esa noche me fui temprano bastante sorprendido de lo que observe y por momento me sentí un vejestorio. ¿La flaca de la mini? Bueno, Me regalo un par de bailes y puff humito, humito… desapareció. Y este pechito galante y seductor se fue a su hogar con la conciencia tranquila.

La fiesta siguiente me agarro enamorado, pero mi pata Chinito, recién llegado de Lima, y como buen limeño de estreno lustraba el piso con sus pasos en cada salsa braaaavaaa, esta vez si lleve a todos mis amigos: Chato Carsa, PP, La Jechu aunque esa noche se graduaron de Losersss. A excepción del FEO que luego de fungir de defensor de nenas magulladas se fue con una hija de Eva a comer el fruto prohibido.

¿Que si hubieron historias calententonas? Porsupestacion, desgraciadamente este blog es muy público para soltar nombres comprometedores, sin embargo puedo brindar generalidades de una en particular (Ojala y no me boten, Viva la libertad de expresión, Carajo). Por suerte ella ya no esta y algunos no la recuerden de aquí a unos años. Pero esa nena crecidita tenía todo lo que un pata podía desear, un frontis monumental y una posaderas que curaban la tortícolis de profes y alumnos. Su apariencia y voz complaciente, contrastaban con su meneo. Y es que con todos esos atributos más de uno deseaba que ella le cortara el cabello pero de mañana y entre sabanas ya no tan blancas.

Si pes esa Chata era una bala, ya no arranca suspiros de nenes y tios arriolas en las discos, pero estoy seguro que más de uno de graduó antes de tiempo con ese monumentito.

¿Si yo pase por allí? Por desgracia no, quizás por ello me tuvo bronca o simplemente le caía mal. Igual dejen que mi orgullo crezca un poquito.

Ayer hubo fiesta de cachimbos, debe ser ya la numero 7 desde que vivo en el Cusco y tal vez sea la última (Siempre digo lo mismo). La flaca de la mini reapareció así como por arte de magia y talvez algún día cuente sobre la noche de ayer. Por el momento aparte del dolor de cabeza por las Barenas y la pena de que zarpe en crucero, sea lo único pesado del día, por lo demás la estoy pasando rebien.

El Maiky

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Veremos cuales son tus gustitos... tratare de llegar al fondo de "su" situación jajaja

Anónimo dijo...

Huguin estuve leyendo tus blogss
me gustan mucho
y cuentame a que se debe la inspiracion? que no paras de escribir, kiero una para mi ... de lo alucinanet que fue encontrarnos en cusco despues de uffff años

un besito

Mire

Anónimo dijo...

jajaja!
se de quien hablas!
Graduacion?
esa era una maestria especializacion & P. H. D
facil yo estube en tu fiestita
Carlos II